Noviembre 28, noche fría.
Los vientos que recorrían la ciudad podían hacerte helar los huesos. ¿Pero qué
puedo decir? Me encantan las noches así. Eran cerca de las 11:00 pm cuando
decidí ir al baile que me habían invitado. No era una ciudad muy grande y
apostaba mi alma a que muy probablemente me encontraría varias caras conocidas
y no me gustaba para nada esa idea. Así que decidí tener un plan B. ¿Cuál era
ese plan B? Pues, lo primero que necesitaría sería una cajetilla de
cigarrillos. Me detuve en la primera estación de gasolina que encontré y luego
de cargar entré al pequeño market para pagar y pedir una cajetilla de Lucky
Strike blue, y un six pack de märzen. Tan pronto me subí al auto encendí uno de
los cigarrillos, aspiré un momento y dejé que el humo llenara mis pulmones por
un tiempo antes de exhalar de manera lenta y larga. “Bueno, let’s go”—me dije a
mí mismo al encender el auto y conducir hasta el lugar.
Tan pronto llegué, estacioné en la calle frente a la entrada del club y me cuestioné una vez más si realmente quería entrar. Pero no había nada que perder ¿o sí? Me puse el trench coat suelto, metí la cajetilla en uno de los bolsillos junto con el encendedor y las llaves del automóvil en el otro. Bajé del auto y caminé hasta la entrada donde uno de los encargados se hizo cargo del coat, lo vi colgarlo en el perchero junto a la puerta donde ya colgaban varios. El estilo del baile era ochentero, así que era bastante enérgico, parecía promo night de secundaria en el 85’. Luces de neón alumbrando todo el lugar, especialmente la pista de baile, mesas alrededor, una barra larga contigua a la puerta, banda en vivo tocando synthwave. No estaba ni tan mal… Hasta que divisé una cara conocida en una de las mesas. Labios rosados, piel blanca, vestido rojo, cabello dorado, era Jess. Casi podía escucharla despedazarme en palabras que le decía a la amiga que se sentaba junto a ella a la par que trataban de verme disimuladamente.
—“Siempre lo ves entrar así, con toda la confianza del mundo. Dar un paso tras otro mientras observa y analiza el lugar. Llegar tarde es una de las decisiones que toma a menudo y a consciencia porque mientras más tarde en la noche más fácil se le hace ocultarse y ya lo tiene todo planeado. ¿Ves sus ojos? Está viendo a aquella pelirroja. Con esos ojos debes tener cuidado, él sólo te dejará caer”. Le decía Jess a su amiga mientras intentaba cubrirse la boca con una mano.
Aunque realmente me gustaba el ambiente del lugar, saber que Jess estaba allí hacía las cosas difíciles. Así que preferí solamente salir y ejecutar mi plan B. Tomé el abrigo del perchero, revisé que no faltara nada pero todo estaba en su sitio, nada de qué preocuparse. Caminé al auto sin siquiera ponérmelo y conduje hasta la colina a las afueras de la ciudad. El camino de subida era un tanto peligroso por las curvas pero lo conocía tan bien que las probabilidades de caer al precipicio eran pocas. Una valla publicitaria se encontraba al tope, cada semana promocionaba algo diferente y me encantaba sentarme bajo ella cuando quería solamente dejar mi mente volar. Pero ésta noche era distinto. No me encontraba solo. Había una pareja de jóvenes sentados en mi lugar. Por suerte no los conocía y algo de compañía nunca cae mal. Eran dos teenagers. Les compartiría de mi six pack de märzen pero sería irresponsable de mi parte puesto que debían conducir de vuelta a casa en algún punto.
“Buenas noches. ¿Puedo hacerles compañía esta noche? Me llamo Jasper”—dije a la par que extendía la mano. El chico pareció entender el mensaje rápido. Y me dio un apretón a la par que me decía que su nombre era Jacob. La chica solo me sonrió y me dijo que se llamaba Valerie. “Lindo nombre”—le dije mientras le devolvía la sonrisa.
—“Así que… ¿Qué hacen un par de teenagers a solas en éste lugar?” Pregunté con genuina curiosidad.
—“No nos malinterpretes. Solamente somos amigos. Solemos venir aquí de vez en cuando. Especialmente cuando las cosas se ponen caóticas en la casa de alguno”. Respondió Jacob mientras no apartaba la vista de la ciudad que podía verse completamente desde aquel punto. Valerie lo miraba como tratando de entender la expresión facial que hacía sin notarlo. Para mí no había duda. Ambos estaban enamorados el uno del otro pero ninguno se atrevía a confesarlo. “Kids…”—pensé para mis adentros mientras sonreía.
—“¿Y usted, Mr?” Le oí preguntar a Valerie con aquella voz baja y suave.
—“Por favor, dime Jasper. No soy tan viejo para el ‘usted’”. Dije mientras reía.
—“En cuanto a lo que hago aquí. No es muy diferente a sus razones. Me agrada este lugar y estar a solas para pensar o solamente vaciar mi mente sin interrupciones. A veces es necesario”. Respondí.
Allí estábamos, los tres sentados bajo aquella valla publicitaria. Cada uno mirando a un lugar distinto de aquella ciudad en donde vivíamos y sin compartir una sola palabra. Solamente el silencio y saber que nos hacíamos compañía era suficiente. Hasta que oí a Jacob articular algo…
—“Jasper… ¿Puedo hacerte una pregunta?” Le oí decir en un tono algo tímido.
—“Sure, bud. Ask me anything”. Le respondí en tono jovial para que sintiera confianza.
—“¿Alguna vez tuviste problemas con… Ya sabes… ser atractivo ante las mujeres?” Dijo. Yo intenté no reír puesto que era una pregunta seria. A esa edad yo me haría la misma pregunta. Valerie parecía sorprendida, la pregunta la agarró totalmente fuera de base.
—“Por supuesto, my young friend. Todos alguna vez los hemos tenido. Y hasta de vez en cuando nos pasa incluso a mi edad. Verás, quizá no lo sepas pero digamos que yo no tengo muy buena fama ante la mayoría de las mujeres de esta ciudad por una simple razón. I just look for one night stands”. Él pareció sorprendido por la respuesta.
—“Aunque realmente el problema es este… ¿A dónde vas en un pueblo lleno de fantasmas donde todo el mundo conoce tu nombre? Y todas las reinas del baile en éste pequeña ciudad te ofrecen un lugar donde quedarte. Algunas para siempre en vez de solamente cuando se encuentran desnudas frente a la luz. It’s a strange little potion but sometimes the motion almost makes you feel alive”. Continué. Mientras arrojaba una pequeña piedra colina abajo y la veía rodar fijamente.
—“A mis oídos, eso parece un sueño hecho realidad”. Dijo el chico con voz de genuina emoción. Como si hubiese encontrado alguien a quién preguntarle el secreto de la vida.
—“¿No lo has notado, cierto?” Le espetó Valerie. Ella sí parecía haberlo captado. Quizá me habría equivocado en mi primer assessment. Quizá ella sí entendía el predicamento. Lo cual me sorprendía. 19 años solamente.
—“La noche nunca te dará lo que quieres”. Afirmó mientras veía de un lado a otro para obtener una impresión de nuestras expresiones faciales. “Pero espero que lo encuentres”. Continuó, refiriéndose a mí.
—“Es un círculo un tanto destructivo esto de buscar el amor en habitaciones de desconocidos”. Dije mientras la miraba a los ojos. “Pero ya son 25, algo debe cambiar”. Continué.
—“Escuchen. He hecho muchísimas cosas que a ustedes quizá les puedan parecer divertidas. He bebido hasta la inconsciencia, he fumado cosas que una vez vuelves a estar sobrio sientes que envejeciste 10 años. He gastado mucho dinero solamente en ropa y mujeres que nunca puedo tener. Porque tan pronto que el sol sale, salgo corriendo dando excusas baratas cuando la verdad es que soy incapaz de amar”. Dije. Mientras sacaba uno de los cigarrillos de la cajetilla, lo llevaba a mi boca y lo encendía dando una calada larga, como un suspiro.
—“I refuse to be a role model. I drink my own bottles. Tú no quieres ser como yo, tú no quieres andar en este camino, tú no quieres ser el que se siente completamente solo cuando el rush de la adrenalina se apaga”. Continué mientras me llevaba una de las botellas de märzen hasta fondo blanco. “Y lo peor es que no todo el tiempo fue así”. Finalicé diciendo.
Jacob parecía estar en shock, como re-evaluando sus core beliefs, como si realmente tuviese un conflicto interno por todo lo que acababa de escuchar. Y honestamente lo mejor es pasar por eso antes de caer en una espiral autodestructiva. Who knows, quizá de alguna manera ese chico me lo agradecería luego. Valerie por otro lado parecía genuinamente interesada en la historia pero era algo que no estaba dispuesto a contarle. She seemed really smart for her age.
—“La verdad es que siempre me enamoro del sentimiento, nunca de la persona. Siempre canto canciones pero nunca están dedicadas a nadie. Y es una pena que no pueda quedarme. Algunas veces solamente me dedico a recorrer las calles de noche solamente con la esperanza de encontrarla”. Pensé en voz alta. Jacob aún parecía estar en otro lugar pero Valerie aún seguía prestando atención.
—“Así que después de todo sí hay alguien”. Dijo, preguntando con genuina curiosidad.
—“Sí. La hubo. Y me enamoré del sentimiento, y de sus caras graciosas. Ella era hermosa y estaba rota en todos los lugares correctos”. Respondí mientras suspiraba con el humo del cigarrillo dentro de mis pulmones. “A veces escucho su voz en mi cabeza pero es solamente una silueta”.
—“¿Te has preguntado qué ha sucedido con ese amor que tenías?” Le oí preguntar mientras se acercaba más a mí.
Esto no podía estar pasando. Una vez más sin intentarlo. Parece que todas son fans de alguien que simplemente sabe poner las palabras en orden correcto y vive con el corazón roto por su propia mano. Savior complex? Común en mujeres.
No dije nada. Solamente me levanté y le besé la mano para despedirme. Le di una palmada en el hombro a Jacob y le dejé el resto de las märzen. “Solamente para cuando llegues a casa”—le dije con seriedad. Debo decir que esa pequeña charla y esa niña dispuesta a sacarme todo me hizo recordar y tener en cuenta un par de cosas que había ignorado. Quizá después de todo, la noche realmente no te da lo que quieres. Entonces había estado buscando en el lugar equivocado. Hora de cambiar la madrugada por el atardecer sin mirar atrás. Quizá ese rayo tenue de luz era lo que necesitaba. Dicen que es más oscuro antes del amanecer y había estado en esa ciudad por mucho tiempo. We’re moving on.
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