V, sé que leerás esto y quizá no sea hoy mismo que lo escribo pero
eventualmente lo harás. Me preguntaste entre lágrimas y con el corazón
latiendo herido: "¿Por qué tuviste que esperar a que yo me fuera para
sacar ésta mejor versión de ti mismo?" y te puedo asegurar que en el
momento la pregunta me desbalanceó y no supe encontrarle respuesta a
pesar de que la pregunta claramente no era para mí. Pero te daré mi
respuesta luego de internalizar todo durmiendo y luego pensando al
respecto. ¿Recuerdas que te comenté sobre las muñecas Rusas? Creo que
era momento para mí de tener un cambio, cada cierto tiempo me reinvento y
dejo salir una personalidad cada vez más profunda, con más
conocimientos y más pura. Es cómo una purga a consciencia. Lo hago desde
niño. La última fue cuando comencé a amarte cómo no amé a nada ni a
nadie más en la vida y aunque dolió as fuck lo hice con decisión porque
no quería perderte y quería darte lo mejor, que vieras lo mejor de mí. Y
te lo di, lo viste. De eso no hay duda. Pero luego de 4 maravillosos
años juntos llegué a un punto donde me drené, alejé tanto la vista de mí
mismo para darte todo lo que tenía que sin darme cuenta todo lo
negativo oculto en mí salió a flote porque ya lo demás no existía, lo
había dado completamente. Era momento de que yo renaciera pero me cegué
entre tantas responsabilidades, entre tantas expectativas, entre la
necesidad de ayudarte a salir de esa casa y que tu papá supiera que te
dejaba en buenas manos porque lo necesitas, tú también sabes que debes
salir de allí cuanto antes y el momento se acerca cada vez más rápido,
puedes confiar en mí cuando te lo digo. El punto es que me perdí de
vista a mí mismo e ignoré aquella alarma que me decía que ya era hora de
cambiar. La escuché pero tarde y creo que hasta la malinterpreté porque
recuerdas el corte de cabello, el piercing, cuando te hablé sobre los
tatuajes y demás.
Pero ya el daño estaba hecho y me enfoqué en la
superficie y no en lo que realmente sucedía dentro de mí. Hacía un
cambio físico pero el importante siempre fue el espiritual. Ver renacer
mi aspecto desde mi interior. Tu partida me abrió los ojos precisamente
por eso. Porque mi todo estaba tan arraigado en ti que cuando te fuiste
no me quedó nada más que dolor y mi única opción para sobrevivir era
conocerme nuevamente, buscarme desesperadamente hasta que me encontré.
Lo primero en hacerse presente fue toda mi parte negativa pero la
abracé, la acepté, la cuidé y la transformé para dejar salir todo lo que
soy hoy. Nunca fue mi intención que sucediese de esa manera pero pasó y
quizá debía ser así. Mírate, tú también has aprendido muchísimo y me lo
hiciste saber ayer. Aún nos queda mucho por vivir, por experimentar y
por aprender. Somos jóvenes y aunque la vida es un abrir y cerrar de
ojos, te puedo asegurar de alguna forma que nosotros no terminaremos
pronto. El Universo tiene grandes cosas preparadas para ambos y debemos
cumplir con algo, debemos aprender algo que es obligatorio pero cada uno
a su forma, a su tiempo y por su propia cuenta. Te puedo decir con
certeza que aún no es el tiempo de que nos volvamos a reencontrar pero
llegará y ambos sabremos es el momento de alguna manera bastante
particular. Desconozco si es dentro de los próximos 5 meses, dentro del
próximo año, dentro de los próximos 5. Ambos tenemos planes propios y lo
mejor es llevarlos a cabo, vivir la vida un día a la vez aprendiendo y
disfrutando la experiencia. Ver a donde nos lleva el viaje que estamos
emprendiendo. Quizá algún día tú te encuentres viviendo en algún lugar
de Alemania y yo en Tokyo, algo nos haga recordarnos al mismo tiempo y
decidamos llamarnos. No sé con certeza cuando, no sé de qué manera pero
de lo que puedo estar seguro es que pasará. Será así por ese pequeño
secreto que compartiste conmigo inconscientemente mediante tus emociones
a pesar de tratar de evitarlo.
Sé que quedaron cosas que
quisiste decirme pero no lo hiciste, tienes tus razones y son válidas. O
quizá había algo que querías dejar salir pero te resistías. Lo noté en
tu postura corporal que curiosamente me recordó a la que solías tener
durante mis primeras visitas a tu casa. Pero bueno...
Por ahora
se fuerte, gana tus batallas, da lo mejor de ti en cada pequeña cosita
que hagas, ama cómo si no hay mañana, asegúrate de ser amada de vuelta,
vive, experimenta, siente, haz cosas que nunca pensaste hacer,
arriésgate, lánzate al precipicio sin ninguna red de seguridad que
amortigue la caida. Pero lo más importante... Aprende de cada pequeña
cosita. "Gotta have faith even in heaven, gotta have patience even with
time on your side, gotta be brave after you won everything you wanted".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario