viernes, 14 de septiembre de 2018

A timeless letter.

V, sé que leerás esto y quizá no sea hoy mismo que lo escribo pero eventualmente lo harás. Me preguntaste entre lágrimas y con el corazón latiendo herido: "¿Por qué tuviste que esperar a que yo me fuera para sacar ésta mejor versión de ti mismo?" y te puedo asegurar que en el momento la pregunta me desbalanceó y no supe encontrarle respuesta a pesar de que la pregunta claramente no era para mí. Pero te daré mi respuesta luego de internalizar todo durmiendo y luego pensando al respecto. ¿Recuerdas que te comenté sobre las muñecas Rusas? Creo que era momento para mí de tener un cambio, cada cierto tiempo me reinvento y dejo salir una personalidad cada vez más profunda, con más conocimientos y más pura. Es cómo una purga a consciencia. Lo hago desde niño. La última fue cuando comencé a amarte cómo no amé a nada ni a nadie más en la vida y aunque dolió as fuck lo hice con decisión porque no quería perderte y quería darte lo mejor, que vieras lo mejor de mí. Y te lo di, lo viste. De eso no hay duda. Pero luego de 4 maravillosos años juntos llegué a un punto donde me drené, alejé tanto la vista de mí mismo para darte todo lo que tenía que sin darme cuenta todo lo negativo oculto en mí salió a flote porque ya lo demás no existía, lo había dado completamente. Era momento de que yo renaciera pero me cegué entre tantas responsabilidades, entre tantas expectativas, entre la necesidad de ayudarte a salir de esa casa y que tu papá supiera que te dejaba en buenas manos porque lo necesitas, tú también sabes que debes salir de allí cuanto antes y el momento se acerca cada vez más rápido, puedes confiar en mí cuando te lo digo. El punto es que me perdí de vista a mí mismo e ignoré aquella alarma que me decía que ya era hora de cambiar. La escuché pero tarde y creo que hasta la malinterpreté porque recuerdas el corte de cabello, el piercing, cuando te hablé sobre los tatuajes y demás.

Pero ya el daño estaba hecho y me enfoqué en la superficie y no en lo que realmente sucedía dentro de mí. Hacía un cambio físico pero el importante siempre fue el espiritual. Ver renacer mi aspecto desde mi interior. Tu partida me abrió los ojos precisamente por eso. Porque mi todo estaba tan arraigado en ti que cuando te fuiste no me quedó nada más que dolor y mi única opción para sobrevivir era conocerme nuevamente, buscarme desesperadamente hasta que me encontré. Lo primero en hacerse presente fue toda mi parte negativa pero la abracé, la acepté, la cuidé y la transformé para dejar salir todo lo que soy hoy. Nunca fue mi intención que sucediese de esa manera pero pasó y quizá debía ser así. Mírate, tú también has aprendido muchísimo y me lo hiciste saber ayer. Aún nos queda mucho por vivir, por experimentar y por aprender. Somos jóvenes y aunque la vida es un abrir y cerrar de ojos, te puedo asegurar de alguna forma que nosotros no terminaremos pronto. El Universo tiene grandes cosas preparadas para ambos y debemos cumplir con algo, debemos aprender algo que es obligatorio pero cada uno a su forma, a su tiempo y por su propia cuenta. Te puedo decir con certeza que aún no es el tiempo de que nos volvamos a reencontrar pero llegará y ambos sabremos es el momento de alguna manera bastante particular. Desconozco si es dentro de los próximos 5 meses, dentro del próximo año, dentro de los próximos 5. Ambos tenemos planes propios y lo mejor es llevarlos a cabo, vivir la vida un día a la vez aprendiendo y disfrutando la experiencia. Ver a donde nos lleva el viaje que estamos emprendiendo. Quizá algún día tú te encuentres viviendo en algún lugar de Alemania y yo en Tokyo, algo nos haga recordarnos al mismo tiempo y decidamos llamarnos. No sé con certeza cuando, no sé de qué manera pero de lo que puedo estar seguro es que pasará. Será así por ese pequeño secreto que compartiste conmigo inconscientemente mediante tus emociones a pesar de tratar de evitarlo.

Sé que quedaron cosas que quisiste decirme pero no lo hiciste, tienes tus razones y son válidas. O quizá había algo que querías dejar salir pero te resistías. Lo noté en tu postura corporal que curiosamente me recordó a la que solías tener durante mis primeras visitas a tu casa. Pero bueno...

Por ahora se fuerte, gana tus batallas, da lo mejor de ti en cada pequeña cosita que hagas, ama cómo si no hay mañana, asegúrate de ser amada de vuelta, vive, experimenta, siente, haz cosas que nunca pensaste hacer, arriésgate, lánzate al precipicio sin ninguna red de seguridad que amortigue la caida. Pero lo más importante... Aprende de cada pequeña cosita. "Gotta have faith even in heaven, gotta have patience even with time on your side, gotta be brave after you won everything you wanted".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario